McDonaldlandia (MC Kids)

NES Game Reviews # 42 - McDonaldland (MC Kids)
En los años 80 parecía que McDonalds no podía hacer nada mal. No existía Super Size Me, ni las redes sociales, y sólo un puñado de hippies enarbolaban la bandera del vegetarianismo. A los niños les encantaba McDonalds, a mí me encantaba McDonalds, ¡era la norma!
También lo normal era que hubiera McDonalds por todas partes.
Ronald, el temible payaso McDonald, y sus torpes compinches eran habituales en la publicidad, los envases y los juguetes. A veces incluso se les encontraba en los locales de McDonald's, colándose en las fiestas de cumpleaños de los niños y, en general, dándoles un susto de muerte (al menos a Ronald). No es una sorpresa que se aventuraran en el mundo de los videojuegos, lo que sí es una sorpresa es que no sea un mal juego.
Si coges Super Mario Bros, le añades un poco de Super Mario Bros 2 y manipulas un poco los controles, estás muy cerca de McDonaldlandia. La mecánica de los niveles es bastante alocada y da lugar a un juego de plataformas muy original, divertido y, en ocasiones, frustrante.
Hay interruptores que te dan la vuelta y convierten el cielo en un pozo sin fondo, flechas que te lanzan en dirección contraria hasta que chocas contra una pared e incluso la cremallera mágica de Ronald para trepar por su interior. Si Mario es un alegre paseo por el Reino Champiñón, éste es sin duda un intenso viaje al país del ácido.
Después de enterarte de que Ronald ha perdido su bolsa de magia negra, tú y otro niño tenéis la tarea de recorrer McDonaldlandia en busca de cartas ocultas. Si no consigues encontrar una carta, no te alegrarás mucho de completar los niveles. Las cartas están bien escondidas. Las cartas de los mundos futuros a veces están escondidas en mundos anteriores, lo que obliga a retroceder. La profundidad es algo bueno, aunque puede resultar molesto tener que buscar en todos los niveles una sola carta perdida.
Cuando llegas a la Luna las cosas se ponen realmente locas. La gravedad lunar hace que los saltos te lancen a la estratosfera, lo que dificulta la precisión. Se hace viejo enseguida.
Finalmente me enfrento al Hamburgler, que se acobarda ante la maldad satánica que se filtra de la bolsa de Ronalds. Tengo que derrotar a Ronalds objetos poseídos antes de que pueda devolver la bolsa. Me ofrece algunos niveles secretos, pero como estoy seguro de que sólo quiere ofrecerme a algún Demonio del Infierno, paso.
Un juego muy divertido, aunque un poco duro en algunos puntos.

Incluso tenían la McGame sólo wow nunca sé lo loco es esto